ANESTESIA GENERAL
DEFINICIÓN​
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La anestesia general se puede definir como una alteración reversible del sistema nervioso central, que produce inconsciencia, analgesia, relajación muscular, a la vez que mantiene un equilibrio de las constantes vitales (Hall y Clark, 1.991).
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La anestesia general se realiza con una combinación de medicamentos con los que se consigue un estado similar al sueño durante una cirugía. Con la anestesia general, el paciente no percibe el dolor porque está completamente inconsciente y analgesiado. Generalmente para llevarla a cabo se utilizan una combinación de drogas intravenosas y gases inhalados (anestésicos).
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El médico encargado de administrar los medicamentos apropiados, el anestesiólogo, recomendará una anestesia general en los casos que se precisen. Estos incluyen cirugías que pueden tener las siguientes características:
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Duran mucho tiempo.
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Afectan a órganos donde no se puede conseguir anestesia regional ( procedimientos de cara y cuello, vías respiratorias, columna vertebral ... etc).
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Pueden cursar con una pérdida de sangre significativa.
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Se necesita una relajación muscular intensa para que el cirujano pueda operar.
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Afectan la respiración (en particular la cirugía de tórax o del abdomen superior).
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RIESGOS​
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En términos generales, la anestesia general es muy segura; la mayoría de las personas, incluso quienes padecen enfermedades importantes, pueden someterse a la anestesia general sin tener problemas graves.
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De hecho, el riesgo de complicaciones está más estrechamente relacionado con el tipo de procedimiento al que se somete el paciente y su salud física general que con el tipo de anestesia.
Los adultos mayores, o aquellas personas con problemas médicos graves, especialmente quienes se están sometiendo a procedimientos más complejos, pueden correr un mayor riesgo de confusión posoperatoria, neumonía o incluso accidente cerebrovascular o ataque cardíaco.
Estos son algunos de los trastornos específicos que pueden aumentar el riesgo de complicaciones durante una cirugía:
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Tabaquismo
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Convulsiones
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Apnea obstructiva del sueño
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Obesidad
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Presión arterial alta
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Diabetes
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Accidente cerebrovascular
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Otras enfermedades que afectan el corazón, los pulmones o los riñones
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Medicamentos, como la aspirina, que pueden aumentar el sangrado
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Antecedentes de consumo excesivo de alcohol
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Alergias a medicamentos
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Antecedentes de reacciones adversas a la anestesia
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Estos riesgos, generalmente, se relacionan más con la cirugía en sí que con la anestesia.
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Las estimaciones varían, pero aproximadamente 1 o 2 personas de cada 1,000 pueden permanecer parcialmente despiertas bajo anestesia general y experimentar lo que se denomina despertar intraoperatorio involuntario. Es incluso menos frecuente sentir dolor, pero también puede suceder.
Debido a los relajantes musculares que se administran antes de la cirugía, las personas no pueden moverse ni hablar para poder decir a los médicos que están despiertos o sienten dolor. Para algunos pacientes, esto puede generar problemas psicológicos a largo plazo, similares a los trastornos por estrés postraumático.
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Este fenómeno es tan poco frecuente que es difícil establecer conexiones claras. Los siguientes son algunos de los factores que pueden incidir:
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Cirugía de emergencia
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Parto por cesárea
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Uso de ciertos medicamentos
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Problemas cardíacos o pulmonares
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Consumo de alcohol diario
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Dosis de anestesia más baja que la necesaria durante un procedimiento
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Errores por parte del anestesiólogo, como no controlar al paciente o no medir la cantidad de anestesia en el organismo del paciente durante todo el procedimiento
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PREPARACIÓN
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La anestesia general relaja los músculos del sistema digestivo y de las vías respiratorias que evitan que los alimentos y el ácido pasen del estómago hacia los pulmones. DEBEN SEGUIRSE SIEMPRE las instrucciones del médico acerca de evitar alimentos y bebidas antes de la cirugía.
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Por lo general, es necesario que el ayuno comience aproximadamente seis horas antes de la cirugía. Se podrían beber líquidos transparentes hasta dos horas antes del procedimiento.
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Es posible que el médico le indique tomar algunos de sus medicamentos habituales con un pequeño sorbo de agua durante el ayuno.
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Es muy frecuente que el anestesiólogo le indique suspender algunos medicamentos, como la aspirina y algún otro anticoagulante ( Sintrón, Eliquis, Pradaxa, etc ) durante intervalo variable de tiempo según cada uno de ellos ( desde dos días hasta una semana ). Estos medicamentos pueden producir complicaciones serias durante la cirugía.
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En el caso de los diabéticos, el médico le informará también sobre cualquier cambio en la dosis habitual de la medicación durante el periodo de ayuno. Por lo general, no se tomarán los medicamentos orales para la diabetes la mañana de la cirugía. En el caso de usar insulina, el médico le recomendará una pauta concreta.
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Otras enfermedades como la apnea del sueño, el asma o el EPOC deben ser comunicadas al médico. El anestesiólogo estará encargado también de controlar cuidadosamente su respiración durante la cirugía y después de ella.
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