¿ QUÉ ES LA ANESTESIA ?
Anestesia significa etimológicamente “sin sensación” o “sin sensibilidad”. No es lo mismo que analgesia, que es la ausencia de dolor. La finalidad principal de cualquier anestesia es evitar el dolor, pero según el tipo de anestesia empleado, además de la analgesia se producirán sobre el paciente otros efectos de pérdida de sensaciones, recuerdos, etc.
La anestesia general es una combinación de medicamentos que te ponen en un estado similar al sueño antes de una cirugía u otro procedimiento médico. Con la anestesia general, no se siente dolor porque el paciente está completamente inconsciente. Generalmente, la anestesia general utiliza una combinación de drogas intravenosas y gases inhalados llamados anestésicos.
La anestesia general es más que estar simplemente dormido, aunque es probable que uno se sienta así. Sin embargo, el cerebro anestesiado no responde a las señales de dolor o reflejos.
Un anestesiólogo o anestesista es un médico especialmente capacitado que se especializa en anestesia. Ha estudiado 6 años de Medicina y, tras una oposición para acceder a la vía M.I.R, 4 años de especialidad en varios hospitales. Dicho especialista será el que supervise sus funciones vitales, como el control de la respiración, el ritmo cardíaco, la tensión arterial, etc, mientras usted esté bajo los efectos de la anestesia.
QUÉ PASA DURANTE LA ANESTESIA
Generalmente, el médico anestesiólogo suministra la anestesia por vía intravenosa en el brazo. El catéter que le queda en la vena es de plástico y sólo se usa una aguja en el momento de colocarlo, luego ésta se retira.
En otras ocasiones podrían administrarle un gas para aspirar a través de una máscara. Los niños pueden preferir dormirse con una máscara.
Una vez que esté dormido, y sólo en este momento, el anestesiólogo puede introducirle un tubo por la boca hasta la tráquea. El tubo permite garantizar que recibirá suficiente oxígeno y protege los pulmones de sangre u otros líquidos, como los jugos gástricos. Recibirá relajantes musculares para preparar los músculos de la tráquea antes de que se le introduzca el tubo.
Además el especialista en Anestesiología le controlará constantemente mientras esté dormido. Ajustará los medicamentos, la respiración, la temperatura, los líquidos y la presión arterial, según sea necesario. Cualquier problema que surja durante la cirugía se solucionará con líquidos, medicamentos adicionales y, a veces, transfusiones de sangre. En el caso de que, por motivos religiosos, el paciente no quisiera recibir una transfusión se valorará con él las alternativas.